EL PLÁSTICO A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS

Revisión: ¡El plástico es liviano!

El absoluto revuelo por el plástico a mediados del siglo XX puede no ser fácil de entender para muchos hoy en día. Si lo examinamos más de cerca, queda bastante claro que la euforia estaba justificada por sus claras ventajas. Hasta entonces, los metales eran el material de construcción de todo tipo de dispositivos y máquinas, y eran caros y pesados. Se trataba de un material que aislaba de forma duradera, absorbía el sonido y el calor, además de ser ligero y económico; esto era el equivalente a una revolución técnica. Sus propiedades y su idoneidad para la producción en masa hicieron del plástico el material sobre el que se construyó el milagro económico alemán después de la Segunda Guerra Mundial.

Daniel Carmine Manocchio, director del laboratorio de materiales de Kärcher, explica: “Con cada nueva tecnología, se genera expectación cuando se lanza al mercado de masas. Basta pensar en los sueños de los coches privados de propulsión nuclear o en la actual ola de inteligencia artificial. Sin embargo, al final la emoción tiene que volver a la tierra”. También para Kärcher el plástico fue un paso hacia productos ergonómicos y sostenibles. La primera limpiadora de alta presión móvil, la HD 555 del año 1984, pesaba 15 kilogramos. Esto significaba que el uso del móvil era posible, pero no cómodo para el usuario. “El plástico ofrecía la posibilidad de reducir considerablemente el peso. Hoy en día estos productos pesan entre cinco y diez kilogramos”, afirma Manocchio.

Otro aspecto que entusiasmó al principio al plástico fue su durabilidad, que en aquel momento era una clara ventaja en términos de conservación del valor.

Insight: La cuestión del reciclaje

La primera ola de reciclaje se produjo a principios de la década de 2000, simplemente porque la trituración y la adición de residuos de producción permitían ahorrar material y, por tanto, costes. Sin embargo, el reciclaje, ya sea mediante la refundición de residuos seleccionados o químicamente mediante pirólisis, sigue siendo caro y no está ampliamente establecido. “El plástico tiene una gran importancia en el sector técnico porque sus propiedades pueden modificarse adaptando la estructura y la composición”, añade Manocchio. “La separación meticulosa de los diferentes plásticos es muy importante en el reciclaje, ya que de lo contrario las propiedades del material reciclado se perjudican drásticamente. Esto es complicado para los componentes técnicos”. El material virgen a menudo no sólo es de mejor calidad sino también más barato que los materiales reciclados.

Sin embargo, Manocchio ve un cambio en el mercado: “Todo el mundo entiende que usar una botella de champú cada semana es un problema. Pero la atención se centra cada vez más en el hecho de que el plástico también se utiliza, por ejemplo, en una limpiadora de alta presión y que los aparatos eléctricos no suelen ser dispositivos desechables”. Desde 2012, Kärcher ha multiplicado por cuatro la proporción de plásticos reciclados en sus máquinas. Desde finales de 2018, la empresa utiliza la tecnología Technyl4Earth para la fabricación de lanzas pulverizadoras (ver sección: Hacer nuevo a partir de lo viejo). En el marco de la estrategia de sostenibilidad, se están introduciendo más cambios en toda la empresa, hasta la reducción de materiales de embalaje (ver apartado: Menos es más).

Futuro: ¿Qué es sostenible?

Probablemente todo ser humano se pregunta en secreto qué comportamiento contribuye en última instancia a la protección de nuestro planeta. “La situación es extremadamente compleja, incluso en las aplicaciones más sencillas”, afirma Manocchio. "Si una bolsa de papel se usa solo una vez porque, por ejemplo, se mojó y se rompió, entonces una bolsa de plástico reutilizable habría sido más sostenible".

En Kärcher el objetivo es vigilar de cerca la sostenibilidad en el desarrollo de productos. La Directiva de Ecodiseño de la UE proporciona un marco legal, que también se ha adoptado a nivel mundial en algunos casos. Una idea central es el diseño para el reciclaje, que también contrarresta la imagen de que la sostenibilidad siempre es cara. “Si reduzco el uso de materiales, esto es menos costoso. Si sustituyo los composites por materiales reciclados, a la larga resultará más barato”, explica Manocchio. “Tomemos un pequeño detalle: si dejo de lado la bolsa de plástico que envuelve los accesorios, esto sale menos costoso. Y todo esto es bueno para el medio ambiente”.

Otro concepto clave es la economía del reciclaje a la que aspira la UE, que también se centra en los principios de prevención, reducción y reutilización de materiales (ver entrevista con Leo Stein, director de Política Medioambiental de la ZVEI, la Asociación Alemana de Fabricantes Eléctricos y Electrónicos). Para garantizar que el mundo siga siendo habitable para las generaciones futuras, en última instancia, todas las empresas y todos los seres humanos deben cambiar su comportamiento. Daniel Carmine Manocchio lo resume: “El camino hacia el futuro se compone de tantos pequeños pasos que muchas personas deben dar juntas. Deberíamos empezar y no dejarnos intimidar por la complejidad”.

"Las asociaciones son el camino a seguir."

Entrevista con Leo Stein (ZVEI), director de política medioambiental de ZVEI, la asociación alemana de fabricantes eléctricos y electrónicos

Señor Stein, ¿cuáles son en su opinión las tendencias relevantes en materia de sostenibilidad para las empresas?
Hay todo tipo de tendencias; limitaré mi respuesta al aspecto institucional. El Plan de Acción de Economía Circular de la Comisión Europea marca algunas directrices para las empresas durante los próximos años. Se trata de una política de producto sostenible, ecodiseño y derecho a reclamar reparación. Este aspecto pone de relieve perfectamente la complejidad de las conexiones: ¿quién puede realizar la reparación para que no se contrarresten las obligaciones legales del fabricante en materia de garantía? Necesitamos nuevas ideas y enfoques para tener éxito, y también están en desarrollo.

¿Qué se está desarrollando exactamente?
Varias empresas están trabajando en nuevos métodos de reciclaje, por ejemplo, para plásticos secundarios. Los materiales reciclados mediante procesos químicos son puros, pero aún así algo caros. Los procesos mecánicos no siempre producen el nivel de calidad necesario para la seguridad del producto. En este sentido, en el futuro probablemente habrá una combinación de métodos y materiales, porque en la industria no existe el principio de “talla única”. Otras ideas apuntan a reducir el uso de materiales, y no sólo de plástico. De acuerdo con un reglamento de la UE, todos los datos relevantes deben incluirse en un producto que utiliza grandes cantidades de papel y recursos. En la ZVEI se está llevando a cabo un proyecto apasionante: la placa de características digital. Pone la información a disposición de las empresas en línea de forma estandarizada.

Para usted personalmente: ¿qué necesitamos para que el futuro sea sostenible?
En primer lugar, ya se puede ver que las asociaciones aportan avances. Los fabricantes de equipos electrónicos, la industria del reciclaje y los fabricantes de plásticos primarios pueden lograr mucho juntos. En segundo lugar, deberíamos dejar de centrarnos en nuestras preocupaciones o reservas; en muchos casos, simplemente necesitamos actuar. Y en tercer lugar, creo que todos debemos asumir nuestra responsabilidad: también yo, Leo Stein, tengo que examinarme detenidamente y considerar qué necesito, cómo puedo desechar correctamente los productos y qué se puede reparar.

En qué trabaja Kärcher

Menos es más: Reducción de Envases

El embalaje es un tema clave a la hora de ahorrar material. Hasta ahora, en la hidrolimpiadora móvil para exteriores OC 3 se utilizaban cuatro insertos de poliestireno para proteger el aparato durante el transporte: residuos de plástico que se pueden evitar. La caja se hizo más pequeña y se desarrolló un inserto de cartón. El tamaño del embalaje también se redujo en un 20 por ciento, ya no se utiliza plástico y los costes del embalaje se redujeron en un 45 por ciento.

Hacer nuevo a partir de lo viejo: airbags y plástico oceánico

Kärcher es una de las primeras empresas que utiliza la tecnología Technyl4Earth del fabricante Domo en la producción en serie para el mercado de consumo. La poliamida se recicla a partir del tejido de los airbags viejos y de los restos de su producción. Para que el material sea lo suficientemente resistente para las lanzas pulverizadoras y, en general, robusto, se refuerza con un 30 por ciento de fibra de vidrio.

Kärcher también investiga intensamente el uso del plástico marino. La mayor proporción de plástico que prevalece en los océanos se compone de materiales de embalaje como PET, PE, PP y PVC. Debido a sus propiedades, estos son prácticamente inútiles para Kärcher, pero aun así se controlan constantemente.

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