Tratamiento de grasas y aceites
Las grasas y aceites vegetales y animales dejan residuos resistentes en las líneas de producción, depósitos, instalaciones de llenado y en el suelo. Su eliminación se realiza, además de por motivos higiénicos, por motivos de seguridad, ya que implican un riesgo de caídas para los empleados.
Solución en caliente contra aceites y grasas
La grasa y los aceites son unos residuos resistentes, debido a su consitencia y adherencia. Le ofrecemos la solución para una eliminación sin restos.
Al usar agua caliente, obtiene un resultado de limpieza visiblemente mejor, ya que in cluso los aceites y grasas resecos emulsionan, se derriten y son muy fáciles de eliminar. Puede renunciar en gran parte a los detergentes. Allá donde sea necesario, la combinación de nuestro detergente y la dosificación del detergente precisa con la función de aclarado reducen el consumo al mínimo. Además, la limpieza con agua caliente reduce considerablemente los gérmenes, lo cual cumple de por sí muchos requisitos higiénicos sin usar desinfectantes. La suciedad se disuelve mucho más rápido, lo cual le supone un ahorro de tiempo de hasta el 35 %. Nuestras limpiadoras de alta presión con agua caliente estacionarias y móviles disponen de una innovadora tecnología de quemadores para obtener una elevada potencia calorífica y son extremadamente fáciles de manejar. El mejor ejemplo de ello es la regulación gradual del caudal y de la presión del agua con Servo Control directamente en la lanza de alta presión. Para la limpieza de instalaciones de producción y cintas transportadoras, la solución más eficaz son nuestras instalaciones de alta presión con agua caliente estacionarias, con una potencia calorífica muy elevada.
Un enrollador de mangueras automático de acero inoxidable en el punto de uso le permite llegar a todas las zonas de limpieza.
Limpieza eficaz, manejo sencillo
El frío también puede acabar con la suciedad resistente. Con nuestro sistema de limpieza con hielo seco «Ice Blaster», puede limpiar con pellets de hielo seco de dióxido de carbono congelado a –79 °C. Todo lo que queda es limpieza.
Para aspirar grandes volúmenes de líquidos, lo mejor es utilizar nuestros aspiradores para uso industrial de alta calidad, con un depósito de acero inoxidable fácil de limpiar.