Limpieza de suelos: las ventajas de la limpieza mecánica con fregadoras de suelos
Para la limpieza en húmedo de revestimientos de suelos duros y elásticos, se utilizan fregadoras de suelos, además de equipos de limpieza manual. Las máquinas pueden fregar en húmedo en un solo paso y absorber inmediatamente la suciedad. De esta forma, el trabajo se lleva a cabo de forma higiénica y eficiente.
Ventajas de una limpieza mecánica
La ventaja de la limpieza mecánica sobre la limpieza manual es que los gérmenes, por ejemplo al absorber el agua sucia, se eliminan permanentemente y no pueden acumularse en un textil de limpieza manual. Esto minimiza el riesgo de recontaminación.
El riesgo de contaminación a través de las manos también se reduce mediante la limpieza sin contacto. El uso de máquinas de limpieza también aumenta la eficiencia: gracias a la mayor producción de área, se puede limpiar un área más grande en menos tiempo.
Una ventaja adicional: el detergente se puede agregar con precisión en la cantidad correcta gracias a los sistemas de dosificación.
Además, las fregadoras de suelo aplican una presión de contacto mucho mayor a la superficie a limpiar. Esto también aumenta el rendimiento de limpieza en comparación con un paño.
¿Uso de detergentes, ácido o alcalino?
Se recomienda cambiar entre productos de limpieza de espuma ácida y alcalina, para que los microorganismos no puedan adaptarse y no desarrollen resistencias. Lo mismo se aplica a los desinfectantes.
Además, los ácidos contrarrestan la acumulación de depósitos inorgánicos como la cal. Aquí un agente de limpieza alcalino no es suficiente. La suciedad orgánica se disuelve bien con agentes de limpieza alcalinos. Esto es importante, porque los depósitos son bases de adhesión particularmente buenas para bacterias y virus.
Cuando utilice agentes de limpieza ácidos, tenga en cuenta que es posible que las juntas de los azulejos deban regarse previamente. Esto evita que absorban el ácido y se dañen.
Reto especial: revestimientos de suelos structurados
Las superficies rugosas o estructuradas de los suelos son las más difíciles de limpiar con sistemas de limpieza manual como mopas o fregonas. El problema es que la suciedad y los residuos de detergente o productos de cuidado pueden quedar atrapados en la estructura del suelo, propiciando un aspecto visual poco atractivo. Además, puede convertirse en un un caldo de cultivo para las bacterias.
Este problema se puede evitar mediante el uso de fregadoras de suelo con tecnología de cepillo de rodillo, ya que estos utilizan cepillos suaves para alcanzar la estructura y aflojar la suciedad que luego se aspira. Otra ventaja de los cepillos de rodillos es que se barren incluso partículas de suciedad más gruesas y se ahorra el paso de barrido previo.
Limpieza y desinfección de acuerdo con el HACCP (Hazard Analysis Critical Control Point)
En áreas especialmente sensibles a la higiene, como hospitales o cocinas, las instalaciones y los equipos existentes deben mantenerse limpios mediante una limpieza cuidadosa y, si es necesario, desinfección. Dado que las diferentes áreas y dispositivos tienen diferentes intervalos de limpieza, se debe diseñar un plan de limpieza y colgarlo visiblemente en el área respectiva que se va a limpiar. Este plan tiene que mostrar en detalle:
- qué (equipos, superficies, suelos, pisos) se debe limpiar,
- cuándo (después del uso, diariamente, semanalmente) se debe limpiar,
- con qué (detergente y dosis) se debe limpiar,
- y quién (empleado responsable) debe limpiar
Una vez terminado el trabajo debe registrarse la tarea con precisión y documentarse mediante firma de una manera comprensible para permitir el control. Cabe señalar que la limpieza y la desinfección son dos procesos diferentes. La limpieza tiene como objetivo eliminar la contaminación, es decir, cualquier sustancia indeseable, incluidos residuos de productos, microorganismos y residuos de detergentes y desinfectantes. Se ha demostrado que la limpieza a fondo elimina más del 90% de los microorganismos y gérmenes de las superficies.
La desinfección implica procesos químicos y físicos para matar microorganismos a un nivel que no sea perjudicial para la salud ni perjudique la calidad de los alimentos.