Podar árboles: consejos para la poda correcta de árboles
Como casi todas las plantas del jardín, los árboles y los arbustos también requieren unos cuidados regulares para tener un buen aspecto y producir muchas flores y frutos. Podar regularmente los arbustos y los árboles parece una tarea laboriosa, pero con las herramientas adecuadas y un par de consejos es muy fácil. Para podar los árboles correctamente se requiere una podadora y una motosierra, idealmente a baterías, ropa de protección, guantes, una escalera, si es necesario, y un calendario en el que conste cuando toca podar cada planta leñosa.
La herramienta adecuada para la poda de árboles
El cuidado de los árboles no es necesariamente una tarea exclusiva de los profesionales cualificados. Con las herramientas adecuadas para el cuidado de los árboles, los amantes de la jardinería también pueden realizar un excelente trabajo. Una vez adquiridos, y con los cuidados necesarios tras el trabajo, los accesorios para el cuidado de los árboles pueden utilizarse durante muchos años.
Para ramas de hasta 3 centímetros de diámetro, la solución idónea es una podadora. En este caso, las podadoras a batería aligeran notablemente el trabajo, ya que requieren menos esfuerzo.
Para las ramas más gruesas, una motosierra es una buena opción. Las motosierras a batería son ideales para la poda de árboles porque son más ligeras que las sierras a gasolina y no emiten gases de escape al efectuar el trabajo. No obstante, las motosierras solo deben utilizarse si es posible mantener una posición estable sobre el suelo, si se tiene formación en trabajos elevados en árboles o se dispone de un elevador.
Poda de árboles fácil gracias a una prolongación telescópica
Si se desea cortar ramas más gruesas y árboles más viejos, principalmente se requiere una prolongación de los brazos. Una motosierra pértiga a batería alcanza una altura de hasta 4 metros y, gracias a la correa para el hombro, también se pueden realizar sin problema trabajos de poda más prolongados. Se trabaja de forma segura desde el suelo y no se requiere una escalera.
Durante la poda de árboles se debe prestar atención siempre a la protección de la cabeza y las manos: unos guantes y unas gafas de protección frente a las astillas de madera son el equipamiento mínimo estándar. Si se van a podar ramas más gruesas, es preciso protegerse además con un casco o, al menos, no situarse nunca debajo de las ramas que caen.
El cuidado de los árboles con motosierras requiere necesariamente el uso de ropa de protección frente a cortes, integrada por pantalones y zapatos de protección frente a cortes, protección de los oídos y los ojos, así como guantes. Asimismo, deben cumplirse las posibles reglamentaciones locales en materia de ruido, así como las disposiciones para la protección de las aves y otros animales.
Poda de árboles: ¿cuándo debe realizarse?
El momento adecuado para la poda de cada arbusto o árbol depende de la planta leñosa y del tipo de poda. Los arbustos ornamentales mayoritariamente se podan cada año, para darles la forma deseada. Los árboles frutales no deben podarse cada año, pero en este caso el cuidado de los árboles debe realizarse cada 4-6 años. Principalmente, los árboles jóvenes deben podarse de forma específica con mayor frecuencia para evitar un crecimiento erróneo, por ejemplo, la bifurcación del tronco.
En el ciclo de crecimiento de los árboles y los arbustos también debe tenerse en cuenta lo siguiente: a partir de agosto, muchas plantas leñosas desplazan sus reservas energéticas desde las hojas hacia las raíces, para acumularlas para los nuevos brotes en primavera. Por esta razón, deben evitarse las grandes podas de muchos tipos de plantas leñosas entre agosto y diciembre.
Recomendaciones: ¿qué período es adecuado para cada tipo de poda de árboles?
- La poda se puede efectuar durante todo el año tras los daños causados por una tormenta o si se detectan ramas podridas, rotas o que amenazan con romperse. En ese caso, la seguridad es una prioridad.
- El invierno es la época típica para la poda de fructificación o la poda de descarga en las plantas que producen frutas con hueso, frutas de pepita y frutos de baya. Para la poda de rosales y el recorte de las copas de los árboles también es un buen momento: las ramas quedan a la vista y las reservas energéticas se concentran en las raíces. No obstante, debe evitarse la poda de los árboles en caso de fuertes heladas. Lo más recomendable es empezar entre enero y principios de marzo o cuando las temperaturas ya no bajan de −5 °C.
- Algunos árboles frutales se podan en primavera, por ejemplo, los cerezos. Para los árboles de floración temprana, como los almendros y las plantas del género Forsythia, se espera a que termine la floración y se procede posteriormente a la poda.
- Para recortar las copas, los árboles pueden podarse asimismo en verano. También se eliminan brotes epicórmicos perpendiculares del árbol. Los cerezos se podan durante y después de la cosecha en verano, del mismo modo que algunas variedades con poco fruto, como el sauce. Las enfermedades de las hojas se detectan mejor en esa época y las heridas de corte cicatrizan más rápido. El verano también es ideal para podar un nogal.
- En otoño es el turno de las plantas leñosas autóctonas de hoja ancha y las coníferas. Algunos tipos de árboles frutales también pueden podarse si deben crecer de forma más fuerte. Para el desarrollo de brotes frutales es preferible no realizar la poda hasta enero o febrero.
No obstante, no se pueden facilitar unas recomendaciones generales para todas las plantas leñosas. Lo mejor es informarse específicamente sobre cuándo y cómo se puede podar cada arbusto o árbol.
¿Qué se elimina al podar?
Podar arbustos y árboles significa eliminar principalmente ramas enfermas y superfluas. Si bien en los arbustos ornamentales la finalidad es darles forma, los objetivos en el caso de los árboles frutales son una buena fructificación y la salud general de los árboles. Con frecuencia se distingue entre estos tipos de poda:
Poda de plantación: para favorecer el arraigo y la formación de la copa, es posible recortar árboles recién plantados, en un brote principal y como máximo 3 brotes secundarios.
Recorte: se utiliza principalmente para dar forma a arbustos y matas pero también para reducir la copa, rectificar el crecimiento y eliminar las ramas que estorban o crecen transversalmente. Para crear espacio, se utiliza el recorte para despejar el tronco mediante la desmocha (eliminación de las ramas en la zona del tronco). Para los nuevos brotes laterales pueden acortarse las ramas hasta las yemas laterales o en la parte inferior (ojos) a la longitud deseada.
Poda de fructificación: para una mejor cosecha los árboles frutales deben podarse con regularidad. Al recortar la corona se eliminan los brotes superfluos siempre por completo, para que no se generen varios brotes nuevos o brotes más densos. En el caso de los manzanos, se podan los brotes colgantes y ramificados detrás de un brote lateral más reciente.
Poda de descarga: se eliminan las ramas dañadas, por ejemplo, tras romperse debido a una tormenta o la nieve, o infestadas por plagas. También se podan las ramas que producen un desequilibrio. En particular, después de la poda de descarga, se cierran las heridas de poda con betún de injertar u otros medios adecuados.
Podar ramas y árboles interfiere en el equilibrio entre la masa de las raíces y la masa de la copa. Cuanto más se recorta, mayor es la capacidad de generar nuevos brotes de la planta. Fundamentalmente, todas las ramas enfermas y superfluas se eliminan en un procedimiento de poda. No obstante, pocas veces se recomienda recortar por completo un arbusto o un árbol.
Podar los árboles correctamente: técnicas de poda
Las pequeñas ramas se pueden podar hasta la altura del cabezal con unas tijeras de podar. Para ramas más gruesas y pequeñas ramas de un máximo de 3 centímetros de diámetro se recomienda una podadora a batería. El principio es el mismo: colocar las tijeras de podar o la podadora en la base de la rama de modo que a ser posible no quede ningún muñón. Esta «técnica de bypass» es importante para evitar muñones de ramas muertos, que pueden convertirse en puertas de entrada para los parásitos y la putrefacción.
Las ramas gruesas de los arbustos y los árboles se podan con una motosierra. Por lo tanto, se requiere una técnica de corte prudente para no dañar innecesariamente la corteza.
El punto de partida en este caso es el anillo de la rama, la protuberancia en la base de la rama. En primer lugar, se realiza una incisión a unos 2 palmos del anillo de la rama en la parte inferior.
A continuación, a 3 palmos del anillo de la rama se corta la rama transversalmente desde arriba, hasta que cae.
El muñón de la rama restante se corta limpiamente en el anillo de la rama. Lo más recomendable es achaflanar con la sierra desde el tronco del árbol. El meristemo en el anillo de la rama permite que crezca nueva corteza sobre la superficie del corte. Se recomienda recortar las grandes ramas largas poco a poco, desde fuera hacia dentro. Esto requiere más tiempo, pero es más seguro y tiene la ventaja de que más tarde se requiere menos trabajo al trinchar la madera cortada. Por último, podar árboles también implica que la madera cortada debe eliminarse.
Cuidar las herramientas después de la poda
Para realizar la poda satisfactoriamente la próxima vez, lo más recomendable es realizar de inmediato el mantenimiento de las herramientas de cuidado de los árboles:
para el cuidado de la podadora basta con limpiar las cuchillas cortadoras con un cepillo. La calidad de las cuchillas cortadoras se mantiene si después de cada uso se aplica aceite de máquinas o aceite pulverizado fluido sobre estas. Esto proporciona el engrasado y la protección necesarios frente al óxido. Asimismo, debe revisarse regularmente que los tornillos y las tuercas de la podadora estén bien ajustados. También se recomienda desinfectar los equipos de jardín utilizados tras la poda de los árboles para evitar la transmisión de determinadas enfermedades de las plantas leñosas.
Para el mantenimiento de la motosierra, debe limpiarse la cadena después de cada uso: con un limpiador especial se eliminan la resina y las impurezas. El equipo puede limpiarse en seco con un cepillo duro, no obstante, primero debe retirarse sin falta la batería. También debe comprobarse que el nivel de aceite y de lubricación sean correctos. Siempre debe aplicarse suficiente aceite para cadenas para prolongar la vida útil de la cadena y el equipo. Si hay suficiente aceite para cadenas especial en el depósito, también debe comprobarse la distribución del lubricante: comprobarlo o bien durante un minuto en punto muerto con la espada hacia abajo sobre un fondo claro para detectar gotas de aceite, o bien levantando con cuidado la cadena después del punto muerto (atención: peligro de lesiones) para ver si hay una fina película de aceite en el riel guía.
La tensión de la cadena debe revisarse regularmente, preferiblemente siempre también antes del uso y ajustarla en caso necesario: la cadena no debe combarse. Los dientes de la motosierra deben afilarse en caso necesario, ya que una cadena afilada corta mejor y es más segura. Para ello, se utiliza una lima redonda adecuada para el paso de cadena. Alternativamente, el afilado de la motosierra puede realizarlo un especialista. Tras varias horas de trabajo, extraer el borde envolvente de la espada de la motosierra y revisarla para detectar posibles daños y, en caso necesario, reemplazarla. Esta tarea también pueden realizarla los profesionales.